Un bombardero alemán de la Segunda Guerra Mundial, derribado sobre el canal de la Mancha en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, que había permanecido escondido en la arena durante años en el fondo del mar, está tan bien conservado que un museo británico quiere desenterrarlo. Seguir leyendo el arículo
Se cree que es el último Dornier 17 que sobrevivió a la guerra. El avión fue derribado en la llamada Batalla de Inglaterra, que tuvo lugar ese mismo año, cuando los alemanes intentaron destruir a la fuerza aérea británica, y cayó en el mar cerca de la costa de Kent, en el sureste de Inglaterra, en una zona conocida como Goodwin Sands.
El avión quedó sepultado bajo 15 metros de agua y era visible parcialmente de vez en cuando, según el vaivén de la arena.
Ahora un estudio con un sónar de alta tecnología realizado por la Autoridad Portuaria de Londres reveló que el avión está en un sorprendente estado de conservación.
Ian Thirsk, del Museo de la Real Fuerza Aérea en Hendon, Londres, dijo a la BBC que sintió incredulidad cuando escuchó por primera vez la existencia y potencial conservación de la nave.
"Es un avión único y está relacionado con una situación emblemática en la historia británica, por lo que su importancia no puede exagerarse, nacional e internacionalmente" dijo.
"Es uno de los hallazgos aeronáuticos más importantes del siglo", destacó.
Conocido como "el lápiz volador", el Dornier 17 inicialmente fue diseñado como un avión de pasajeros en 1934 y se convirtió mas tarde en un rápido bombardero, difícil de alcanzar y teóricamente capaz de superar a naves de combate enemigas.
En total se produjeron unas 1.700 unidades del Dornier 17, pero en la guerra tuvieron problemas por su limitado alcance y capacidad de carga de bombas, por lo que muchos fueron descartados.
Asombrosas imágenes de alta resolución parecen mostrar que el avión de Goodwin Sands sólo sufrió daños menores, con un impacto en la parte delantera de la cabina y las ventanas de observación.
Dos miembros de la tripulación murieron en el impacto, mientras que otros dos, incluido el piloto, fueron hechos prisioneros y sobrevivieron a la guerra.
"El hecho de que fuera hecho casi completamente de aluminio y producido en una pieza puede haber contribuido a su preservación", dijo Garside a Reuters.
El avión sigue siendo vulnerable a los conocidos cambios en la arena del lugar y se ha convertido en el objetivo de buceadores aficionados intentando llevarse recuerdos. El museo de la RAF lanzó una petición para recaudar fondos para la operación de recuperación del avión.